La caspa es la formación de costras de piel muerta formada en el cuero cabelludo, puede estar acompañado de prurito, enrojecimiento e irritación. Podemos distinguir dos tipos de caspa:
- La caspa seca: la más frecuente, es una descamación con escamas blanquecinas, secas y finas, se desprende fácilmente tras un cepillado o de forma natural. No produce prurito ni signos inflamatorios. Presentando un cabello seco, sin brillo y áspero.
- La caspa grasa o seborreica: escamas englobadas con sebo, son mayores, más espesas, oleosas, amarillentas y pegajosas. Más difíciles de retirar que con un simple cepillado. Se localiza preferentemente en zona frontal o la zona de la nuca. Presentando un cabello brillante y lubricado.
La causa más común de la aparición de la caspa es debida a un hongo, conocido como Pityrosporum ovale, aunque también puede deberse a la aparición de situaciones de estrés, déficit de vitamina B o dietas ricas en grasas e hidratos de carbono, utilización de productos químicos, factores ambientales (climas muy húmedos o demasiado secos). Su severidad aumenta en invierno y disminuye en verano.
Algunos de los consejos para evitarla o disminuirla son:
- Lavados frecuentes con champús específicos, realizando masajes suaves que ayuden a despejar la caspa, dejándolo actuar al menos durante cinco minutos para que los ingredientes activos puedan trabajar correctamente.
- Se aconseja el secado del cabello con aire templado.
- Tratamiento de mantenimiento para prevenir que vuelva aparecer.
- Consumir una dieta saludable y equilibrada.
- Reducir el estrés, ya que agrava el problema.
- Mantener el pelo y el cuero cabelludo limpios.
- Limitar el uso de productos para el cabello, como la laca, tintes...
- Recurrir al dermatólogo si aparece irritación del cuero cabelludo, costras amarillas, manchas rojas...
¡¡¡ DÍ ADIÓS A LA CASPA !!!
0 comentarios:
Publicar un comentario